tanto tener en la casa espejitos

para ver cosas extrañas

y resulta que recien

ahora

hoy

en este momento

se me ocurre

por vez primera

observar mi reflexion

cita de un diálogo de la serie "the twilight zone"

"siempre supe que eras un ególatra
pero nunca te creí un embustero"

pizarnik II

explicar con palabras de este mundo
que partió de mí un barco llevándome

pizarnik

La noche soy yo y hemos perdido
así hablo yo, cobardes.
La noche ha caído y ya se ha pensado en todo

AIS

destrozado
en mil partes
flotando
vacio
solo

aislamiento de contacto

horacio y las sombras

horacio trabajaba en ingecon a principios de los 80´s, lugar donde también lo hacía mi madre cuando era yo niño. sólo que su curiosa, quizá desdichada (quién lo sabe) condición era la ceguera. era ordenanza y más de una vez escuché a mi madre adular su agilidad, probablemente nacida de su memoria.
por ser mi madre divorciada tuve la oportunidad de compartir con horacio ocasiones en las cuales debía estar en su oficina.recuerdo mi curiosidad y mis reiteradas preguntas a horacio sobre cómo veía, si realmente no veía nada, si tenía un manto negro frente a sí, a lo cual siempre respondía con la digna naturalidad del estoicismo, sin importar mi frecuente insistencia: sombras, veo sólo sombras.
fue también simón un valioso historiador personal de una historia de la que en mi familia nunca se hablaba (al menos en esos términos). me decía que los únicos privilegiados son los niños a lo cual infantilmente siempre yo agregaba y los ancianos...y el sólo hacía una pausa y reflexionaba como desconcertado por el ingenuo comentario.me ilustraba sobre un tiempo en que una mujer llamada evita había organizado "colonias" donde todos los niños sin importar cuan pobres fueran compartían vacaciones de ensueño sin que nada les faltase.también teníamos un curioso pasatiempo, o juego, un tanto abstracto para un niño, que consistía simplemente en pronunciar palabras alternadamente, siendo la única y misteriosa regla la asociación de ideas... bueno yo siempre perdía en el juego, es decir él siempre, en algún punto del flujo de palabras vetaba mi término sin mayores explicaciones. y todavía sigo preguntándome porqué, cuál era el límite o su límite de lo lícito para éstas asociaciones, y sin embargo recuerdo a mi madre viniendo me a buscar y yo maravillado queriendo continuar el juego....
no sé qué habrá sido de él, ni tampoco cuando lo traté por última vez, pero vaya mi agradecimiento a horacio por esos momentos plenos de misterio y magia que alegran mi memoria mientras escribo con la misma inocencia que de niño, estas imperfectas palabras.

atrapado en constelaciones

poco recupero de lo que perdí
poco a poco no queda nada

el desastre y las bestias

los ingenieros de vidas de mierda

lo mal que me tratas y lo poco que me respetas
quién sabe lo que es perder